viernes, 13 de enero de 2012

La hora de la 'hora'.

Pues bien, Pombo viaja a E.E.U.U. en el 55 a servir la secretaría de la legación en Nueva York. Trabaja las mañanas y tiene las tardes para hacer vida social. En general, el joven Rafael extraña los valores de su tierra, ahora que puede parangonarlos con los de la urbe del progreso. Hay cierta contradicción cuando afirma, en un principio, 'he venido a purgar el siglo XIX', para luego lamentarse amargamente: 'aquí no hay vida del corazón'.
En fin, al parecer despechado y en una aguda crisis de una dolencia intestinal (que lo acompañó buena parte de su vida), profirió los versos de La hora de tinieblas, que fueron escandalosos en su época y aún hoy llaman la atención de la crítica, como que aparecen en toda antología del poeta..
Formalmente, principia Pombo con lugares bíblicos en que se da rienda  a la lamentación, para despacharse a renglón seguido en 21 décimas contra su Creador. He aquí el principio:


LA HORA DE TINIEBLAS

Eli, Eli, lamma sabacthani.


Pensé en los días antiguos, y tuve en mi espíritu los años eternos. De noche medité en mi corazón: me ejercitaba y purificaba mi espíritu. ¿Por ventura desechará Dios para siempre y no volverá a ser benévolo? - Salmo LXXVI


Por qué, si puede Dios, no satisface
a la hambre cruel que nos devora?-
SALMO.

¡Oh, que misterio espantoso

es este de la existencia!
¡Revélame algo, conciencia!
¡Háblame, Dios poderoso!
Hay no sé qué pavoroso
en el ser de nuestro ser.
¿Por qué vine yo a nacer?
¿Quién a padecer me obliga?
¿Quien dió esa ley enemiga
de ser para padecer?

Si en la nada estaba yo,
¿por qué salí de la nada
a execrar la hora menguada
en que mi vida empezó?
Y una vez que se cumplió
ese prodigio funesto,
¿por qué el mismo que lo ha impuesto
de él no me viene a librar?
¿Y he de tener que cargar
un bien contra el cual protesto?

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